Muchas orugas tienen diseños y estructuras asombrosos. A menudo se puede explicar sus apariencias en términos de la necesidad de ser "invisible" a sus enemigos, que comen orugas, especialmente los pájaros. Por ejemplo, a la derecha ves la oruga de la polilla Shizura ipomoeae, que es una polilla marrón encontrado en el mayor parte de los EE.UU. La encontré en una hoja de Encino Negro cerca de mi puerta en Octubre.
Casi no ví esta oruga porque a primera vista pareció tanto como el margen de una hoja marrón y rizada de un encino, listo a caer a la tierra. En otras palabras, la oruga fue camuflado y por eso fue defícil a ver, porque en hubo muchas otras hojas en el encino también de color marrón y rizados.
Arriba puedes ver -- o tal vez no puedes ver -- un ejemplo extremo de camuflaje. La foto inferior mustra una oruga camuflada. ¿Puedes ver como la oruga se encorva, y que hay seis piernas blancas en su lado? Este es la oruga de la pollila Synchlora aerata, y es camuflada con pedacitos de la flor que ocupa, y que come. Los gránulos naranjados pegados a la espalda de la oruga son anteras separadas de la flor. Aunque este ejemplo de camuflaje parece extraordinario, realmente este especie de oruga y su camuflaje no es raro in América del Norte. Estas orugas metamorfosean en polillas verdejas. Las orugas comen muchas clases de flores, y su camuflaje puede consistir de una gran variedad de partes de flores de distintas clases. Entonces, esta oruga puede vestirse con muchas colores y texturas, siempre asemejandose a la flor que come.
¿Qué ves a la derecha? No, no es el excremento de un pájaro. Es una oruga que se parece al excremento de un pájaro. Pues, puedes entender por qué una oruga ganaría pareciendose al excremento de un pájaro: Los pájaros no quieren comer el excremento.
Claro que la orugas no idean sus conceptos de camuflaje. Estas estratégias para sobrevivir nacieron durante millones de años de la evolución. Durante estos millones, las orugas con formas, colores y comportamientos favorables para la supervivencia vivían y producían descendientes, mientras que las orugas que no hacían eso se murieron, y no produjeron descendientes con rasgos de sus padres.